Los guitarristas pioneros del jazz: de la tradición acústica al swing eléctrico. Parte 2

 



En los albores del jazz, la guitarra ocupaba un rol principalmente rítmico, subordinada al empuje del banjo y la sección de ritmo. Sin embargo, con el desarrollo del swing y la llegada de la amplificación eléctrica, un grupo de guitarristas visionarios transformó este instrumento en un verdadero vehículo de expresión solista, abriendo caminos que influirían a generaciones enteras.

Charlie Christian (1916-1942) fue sin duda la figura que marcó un antes y un después. Al incorporarse a la orquesta de Benny Goodman en 1939, Christian impuso el uso de la guitarra eléctrica como instrumento solista, combinando el fraseo de los vientos con un sentido rítmico impecable. Su trabajo en pequeñas formaciones del sextet de Goodman y las legendarias jam sessions del Minton's Playhouse lo colocan como uno de los precursores del bebop.

Otro guitarrista esencial fue Oscar Moore (1916-1981), quien junto al Nat King Cole Trio redefinió el formato de trío sin batería. Moore combinó un swing elegante con una notable técnica, logrando un estilo cálido y sofisticado que inspiró a músicos como Barney Kessel y Tal Farlow. En el mismo círculo de la Costa Oeste, Irving Ashby (1920-1987), que sucedió a Moore en el trío de Nat King Cole, aportó un enfoque más moderno y versátil, adaptándose también al auge de la guitarra eléctrica.

John Collins (1913-2001), quien reemplazó a Ashby en el trío de Cole, había desarrollado una carrera destacada en el swing, acompañando a figuras como Art Tatum y Lester Young. Collins combinaba economía de notas con un refinado sentido armónico, brindando un acompañamiento de gran sutileza.

Por su parte, Billie Mackel (1912-1986) dejó huella como el guitarrista de la orquesta de Lionel Hampton. Mackel supo fusionar la fuerza rítmica del swing con líneas melódicas claras, participando en grabaciones memorables y giras que popularizaron el jazz por todo el mundo.

El carismático Tiny Grimes (1916-1989), conocido por su guitarra de cuatro cuerdas, aportó un estilo crudo y lleno de energía. Grimes transitó con soltura entre el swing, el rhythm and blues y los primeros atisbos del rock and roll, demostrando la versatilidad de la guitarra en los nuevos lenguajes populares.

Slim Gaillard (1916-1991), aunque más célebre como showman, cantante y pianista, también fue un guitarrista innovador. Junto a Slam Stewart formó un dúo único donde el humor, la destreza instrumental y el virtuosismo se mezclaban con un estilo inconfundible.

En este recorrido es justo mencionar también a otros pioneros que, aunque a veces relegados en la historia oficial, contribuyeron al desarrollo de la guitarra jazzística: Al Casey, conocido por su trabajo con Fats Waller y su contagioso sentido del swing; Bernard Addison, uno de los primeros guitarristas en reemplazar al banjo en las grandes orquestas; y Floyd Smith, quien introdujo el lap steel guitar en el jazz, anticipando sonoridades que más tarde explorarían músicos de otros géneros. Entre todos ellos cimentaron el camino de un instrumento que, de mero acompañante, pasó a ocupar un lugar central en el universo del jazz, contribuyendo a la evolución de su lenguaje y a la expansión de sus horizontes sonoros.

Por Marcelo Bettoni

 

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