Alphonse Picou: Recuerdos de un pionero del jazz

 



Alphonse Picou: Recuerdos de un pionero del jazz

Alphonse Picou (1888-1961) es una figura fundamental en la historia del jazz. Reconocido como uno de los primeros clarinetistas en dejar su huella en el estilo de Nueva Orleans, sus relatos ofrecen un fascinante vistazo al nacimiento del género. En una entrevista grabada el 4 de abril de 1958, Picou compartió recuerdos de su vida y su carrera que revelan tanto los desafíos como las alegrías de ser un pionero del jazz.

Picou recordó que los clarinetes de su juventud eran muy diferentes a los actuales. Se fabricaban con diversos materiales, y la calidad dejaba mucho que desear. Su primer instrumento fue un saxofón metálico recto, que probablemente era un clarinete de metal, lo que subraya las limitaciones de los músicos de la época en cuanto a equipamiento.

Antes de convertirse en clarinetista, Picou tuvo un inicio musical poco convencional. Su primer instrumento fue la guitarra, que aprendió a tocar bajo la guía de su tío, Saint Evi Picou, un poeta de oficio. Más tarde, estudió música clásica con un violinista conocido como "Old Man" Morand, aprendiendo piezas como Chicken Reel. Esta formación clásica le dio una base sólida para abordar la improvisación, una habilidad clave en el jazz.

A los 16 años, Picou comenzó a tocar con la Independent Band. Su debut como improvisador fue casi accidental: tras ser escuchado mientras practicaba en Gov. Nicholls Street, un barbero y músico llamado Bouboul Fortunette lo invitó a unirse a su banda. Aunque inicialmente se limitaba a tocar música escrita, pronto aprendió a improvisar. Su primer concierto tuvo lugar en Hope's Hall, donde tocó hasta altas horas de la madrugada, ganando dos dólares y medio, un pago notable para su tiempo.

Con el tiempo, Picou se estableció como un habitual en Lucien’s Pavilion, en Milneburg, donde perfeccionó su capacidad para tocar de oído y memorizar repertorios. Estos primeros años lo ayudaron a desarrollar su estilo característico, que más tarde influiría en otros clarinetistas.

Picou tocó junto a grandes músicos como Manuel Pérez, Freddy Keppard y King Oliver, contribuyendo al crecimiento del jazz en Nueva Orleans y más allá. Uno de los momentos más memorables de su carrera ocurrió cuando Freddy Keppard, inicialmente guitarrista, impresionó a todos al tocar un cornetín de manera excepcional, marcando el inicio de su carrera como cornetista.

En el Jackson’s Cabaret, Picou también compartió escenario con Louis Cottrell, un destacado baterista, y otros músicos que se convertirían en leyendas del jazz. Estas colaboraciones no solo enriquecieron su música, sino que también consolidaron la reputación de Nueva Orleans como la cuna del jazz.

A pesar de su talento, Picou no dependió exclusivamente de la música para vivir. Durante años trabajó como hojalatero y plomero, habilidades que aprendió de "Old Man" Morales. Incluso después de casarse, equilibraba estos trabajos con su vida musical. Su paso a una carrera musical a tiempo completo ocurrió cuando se unió a la Bloom Symphony, una orquesta de 22 músicos que interpretaba piezas clásicas y francesas complejas, lo que demuestra su versatilidad y destreza técnica.

Alphonse Picou continuó tocando y perfeccionando su arte durante toda su vida. Un detalle curioso de su enfoque técnico era su preferencia por cañas de diferente dureza según su estado de ánimo, lo que refleja la conexión emocional que tenía con su instrumento.

Picou, quien nació el 19 de octubre de 1888, se enorgullecía de su herencia y de su contribución al jazz. Aunque también era hijo de un fabricante de cigarros, su verdadero legado se encuentra en las melodías y los momentos inolvidables que ayudó a crear, consolidándose como una figura esencial en la historia del jazz.

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