George Baquet: Pionero del Jazz y Maestro del Clarinete


 George Baquet: Pionero del Jazz y Maestro del Clarinete

En la compleja trama de la historia del jazz, algunos nombres resuenan con fuerza, pero otros, igualmente fundamentales, permanecen en un relativo segundo plano. Uno de estos nombres es George F. Baquet (1881-1949), clarinetista pionero y figura clave en el desarrollo de la música que se gestaba en las calles y salones de Nueva Orleans a finales del siglo XIX y principios del XX. Su historia, que entrelaza talento, tradición y una evolución estilística fascinante, es un testimonio vivo del auge de una nueva forma de expresión musical: el jazz.

George Baquet nació en julio de 1881 en el seno de una familia que ya contaba con una fuerte conexión con la música y el oficio artesanal. Su padre, Theogene Vidal Baquet, era un destacado cornetista y líder de la banda Excelsior, una de las más prestigiosas de la comunidad afroamericana de Nueva Orleans. Aunque su ocupación oficial era la de zapatero y, posteriormente, fabricante de cigarros, su legado más duradero fue el de introducir a sus hijos en el mundo de la música. Desde joven, George mostró un talento excepcional para el clarinete. Bajo la tutela del legendario clarinetista Louis Tio , recibió una sólida formación que lo dotó de una técnica refinada y una lectura musical impecable. Tio, que había vivido en México antes de regresar a Nueva Orleans, aportó a Baquet no solo conocimientos técnicos sino también una perspectiva más amplia de los estilos musicales en boga.

A inicios del siglo XX, George comenzó a explorar oportunidades fuera de su ciudad natal. En 1901, se unió a Gideon’s Minstrels, una de las compañías de espectáculos itinerantes más prestigiosas de la época, y luego pasó a los Richard & Pringle's Georgia Minstrels. Estas giras no solo lo llevaron a recorrer buena parte del sur y el medio oeste de Estados Unidos, sino que también lo expusieron a una variedad de estilos musicales y repertorios que enriquecieron su enfoque artístico.

Durante estos años, Baquet compartió escenario con algunos de los músicos más talentosos de Nueva Orleans, como Freddy Keppard y Ralph Nicholas, quienes, como él, estaban sentando las bases de lo que luego sería conocido como jazz.

El regreso de Baquet a Nueva Orleans marcó un momento decisivo en su trayectoria. Una noche, mientras asistía a un baile en el Oddfellow’s Hall, tuvo la oportunidad de escuchar en vivo a Buddy Bolden . La experiencia fue reveladora. Según Baquet, fue aquella energía rítmica y el estilo libre de Bolden lo que lo llevó a abandonar parcialmente su apego a la música "legítima" y a adentrarse en el mundo de la improvisación.“Fue algo que me atrapó desde el primer momento”, relató más tarde en una entrevista con Frederic Ramsey.

En 1914, Baquet se unió a la Original Creole Orchestra, una de las primeras bandas de jazz en llevar la música de Nueva Orleans a otras partes de Estados Unidos, especialmente a la costa oeste. Este grupo tocó en teatros, salones de baile y hasta en peleas de boxeo, presentando un estilo que combinaba sofisticación con la frescura de la improvisación. Fue en Los Ángeles donde Baquet y sus compañeros, entre ellos el trompetista Freddy Keppard, contribuyeron a difundir la nueva música que pronto conquistaría al mundo.

 Aunque la fama masiva le fue esquiva, George Baquet dejó un legado invaluable. En 1929, participó en varias grabaciones con Jelly Roll Morton para el sello Victor, donde demostró su capacidad para y la improvisación. Estas sesiones ofrecen un vistazo a su estilo único, que combinaba una técnica depurada con la expresividad y el swing característicos del jazz temprano.

A lo largo de su carrera, Baquet también compuso y publicó varias piezas musicales. Su influencia puede rastrearse en generaciones de clarinetistas que lo sucedieron, incluyendo a figuras como Sidney Bechet y Johnny Dodds. Baquet no solo era conocido por su música. Era un hombre de presencia imponente y estilo elegante. Solía llevar un alfiler de corbata en forma de herradura con diamantes, un accesorio que, según sus contemporáneos, reflejaba su gusto refinado y su confianza en el escenario. Una fotografía de 1915 lo muestra con esta distintiva prenda, un detalle que ilustra su posición como músico respetado y figura pública.

fuente Pioneers of jazz : the story of the Creole Band / by Lawrence Gushee.


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