Tres Mujeres de Nueva Orleans que Dejaron Huella en el Arte y la Música
Teresa Charles Wiltz y
Estella Mae Charles: Pioneras en la Radio y la Composición
Teresa Charles Wiltz y su hermana menor, Estella Mae Charles, nacieron en
el seno de una familia creole de clase trabajadora. Teresa, nacida en 1895, fue
una mujer adelantada a su tiempo. Graduada en enfermería, dedicó su vida no
solo a la salud pública, sino también a la promoción del talento artístico
afroamericano. Fue gracias a su persistencia que, en 1930, el Padre Edward V.
Casserly logró incluir un espacio en la radio WWL para artistas negros, un hito
en una época de segregación racial.
En esa primera emisión se presentó la canción You Still Own a Share in My Heart, compuesta por Teresa y Estella,
e interpretada por la legendaria Tuxedo Jazz Band de Papa Celestin. La canción,
con su melancólica melodía, resonó profundamente entre los oyentes y se
convirtió en un ejemplo del rico legado musical de Nueva Orleans. Teresa
también compuso otras piezas, como *Lord Forgive Us for Our Sins, mostrando una
versatilidad que abarcaba desde el jazz hasta la música religiosa.Por su parte,
Estella Mae Charles, además de colaborar en la música, se dedicó a la
enseñanza. Tras mudarse a Texas en los años 20, su labor como educadora impactó
la vida de muchas jóvenes afroamericanas.
Carrie Maxine Holtry Daniels:
La Escultora del Alma
Carrie Maxine Holtry Daniels, nacida en un ambiente profundamente
influenciado por el arte y la filantropía, fue una escultora y educadora de
renombre. Desde joven, Maxine mostró un talento natural para las artes
visuales. Bajo la guía de la Dra. Margaret Davis Bowen, se formó en la
prestigiosa Academia de Arte de Cincinnati, convirtiéndose en la primera mujer
negra en graduarse de esta institución. Su obra, que abarcaba desde retratos
escultóricos hasta piezas abstractas, era una celebración de la identidad
afroamericana y la resiliencia comunitaria. Entre sus estudiantes destacaron
figuras como el escritor Tom Dent y el artista Willie Birch. Pero su legado no
se limitó a las aulas; Maxine también fue una activista comprometida con los
derechos civiles, estrechando lazos con Martin Luther King Jr. y apoyando al Southern Christian Leadership Conference.
El impacto de estas tres mujeres se extiende más allá de sus logros
individuales. En una época en la que las barreras raciales y de género
limitaban las oportunidades, ellas demostraron que el talento y la
determinación podían abrir caminos. Sus contribuciones, tanto en la música como
en las artes visuales, enriquecen el tejido cultural de Nueva Orleans y nos
recuerdan que el arte y el jazz no son solo entretenimiento, sino herramientas
poderosas para la expresión y la transformación social.


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