Booker T. Glass Washington: Un Pionero del Jazz de Nueva Orleans

 



En la historia del jazz de Nueva Orleans, hay figuras cuya vida y música siguen dejando una huella indeleble. Booker T. Glass Washington es una de esas figuras, cuyo legado abarca más allá de las fronteras del jazz tradicional. Aunque a menudo se confunden con otros músicos de la misma era, la historia de Glass Washington está llena de matices que la hacen única y valiosa para entender los orígenes del jazz.

Es importante aclarar la confusión entre dos figuras clave en la historia del jazz de Nueva Orleans: Booker Washington y Booker T. Glass Washington. El Booker T. Washington mencionado en muchas historias de la época no es el mismo que Booker T. Glass Washington, el hombre cuyo legado exploramos aquí. Nacido como Booker T. Glass el 10 de mayo de 1881 en Nueva Orleans, Washington pasó su vida contribuyendo al crecimiento del jazz, pero no como parte de la Armada, como algunos podrían suponer, sino trabajando como fontanero y músico fuera del ejército.

El cambio de nombre de Glass a Booker T. Washington ocurrió cuando fue adoptado por un médico blanco que le dio su nuevo apellido, una práctica común en su época. Es posible que la confusión con el famoso Booker T. Washington, activista y educador, haya surgido debido a la cercanía temporal de sus vidas y al uso del mismo apellido.

Aunque muchos recuerdan a Booker T. Glass Washington por su talento como músico y su participación en el grupo Olympia Brass Band, su vida también estuvo marcada por su conexión con la comunidad de Nueva Orleans y sus trabajos fuera de la música. Antes de dedicarse plenamente a la música, trabajó como obrero de ladrillos y plomero. De hecho, en 1972, Glass le contó a Richard Allen que él y un equipo de 20 hombres fueron responsables de instalar toda la plomería en la Estación Naval de Algiers, en Nueva Orleans. Su implicación con la base naval fue significativa, pero no como miembro de la banda de la Armada, como algunos creían, sino como trabajador civil que también aprovechaba la oportunidad para tocar en bandas locales fuera de las instalaciones militares.

En cuanto a su vida personal, se sabe que Glass y su esposa llevaban consigo a su mascota, un caimán llamado Pete, a sus presentaciones. También mantenían un pato inusual como mascota, lo que reflejaba su carácter excéntrico y su amor por lo inesperado, algo que también se reflejaba en su música.

Antes de la guerra, Glass formó parte de otras agrupaciones importantes de la escena musical de Nueva Orleans, como la banda de Armand Piron, y tocó junto a músicos legendarios como Eddie Pierson y Louis Barbarin. Con una habilidad excepcional para el bombo, fue reconocido como un baterista de gran fuerza y resistencia. Su energía lo llevó a convertirse en uno de los músicos más destacados de la Olympia Brass Band, donde, más allá de su capacidad técnica, se destacó por su presencia y su compromiso con la tradición del jazz de Nueva Orleans.

En 1973, Glass dejó de tocar debido a problemas de visión, pero su legado como músico de gran potencia y su participación en los famosos funerales de jazz de la ciudad de Nueva Orleans siguen siendo una parte importante de su historia. En esos funerales, Glass era conocido por sus coloridos trajes y por su presencia vibrante, que no solo celebraba la vida del fallecido, sino que también mantenía viva la tradición de la música de Nueva Orleans.

El 25 de junio de 1981, Booker T. Glass Washington falleció a los 101 años. Su obituario, publicado por la agencia UPI, destacaba su contribución al jazz dixieland y su longevidad en una época de rápidos cambios musicales. En sus últimos años, Glass fue uno de los últimos músicos vivos que había conocido a Buddy Bolden, considerado por muchos como el creador del estilo Dixieland.

Su hija, Bernadine Zardis, recordó a su padre como un hombre de gran energía y pasión por la música, destacando su habilidad para tocar y marchar durante horas sin descanso, hasta que la pérdida de visión lo obligó a retirarse. Sin embargo, su impacto como uno de los pilares del jazz de Nueva Orleans sigue siendo fuerte, y su música, su historia y su estilo de vida siguen siendo recordados y celebrados.

Hoy en día, la figura de Booker T. Glass Washington sigue siendo crucial para comprender cómo el jazz de Nueva Orleans evolucionó a lo largo del siglo XX. Su habilidad para conectar con la tradición, su dedicación al oficio y su personalidad excéntrica lo convirtieron en un icono de la escena musical de la ciudad. En una ciudad conocida por su vibrante historia musical, su nombre permanece asociado con algunos de los momentos más importantes de la historia del jazz.

Por Marcelo Bettoni

 


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