El Primer Segmento de Cortometraje Animado en Technicolor en el cual participa el jazz
La película incluye el primer segmento de cortometraje
animado en Technicolor, realizado por los animadores Walter Lantz
(posteriormente famoso por Woody Woodpecker y otros personajes) y William
Nolan. En este divertido y creativo fragmento, el protagonista, Whiteman, se
encuentra en una caza "en la más oscura África", donde es perseguido
por un león. Para calmar al animal, Whiteman comienza a tocar una melodía . La
pieza que interpreta es Music Hath Charms, interpretada por los músicos
Joe Venuti y Eddie Lang.
Este tipo de animación, que utilizaba la innovadora
técnica del Technicolor, se convirtió en un hito dentro de la industria. A
medida que la historia avanza, después de que un elefante rocía agua a un mono
que está en un árbol, el mono lanza un coco al elefante. El lanzamiento falla
y, en lugar de golpear al elefante, termina por golpear a Whiteman en la
cabeza, creando un chichón que mágicamente se transforma en una corona.
Este tipo de animación, que mezcla humor visual con la
música, es una de las primeras demostraciones del poder que la animación
tendría en la industria del cine y cómo los elementos musicales se incorporaron
de manera tan creativa. Además, la elección de colores vibrantes en la
animación, potenciada por la tecnología del Technicolor, permitió a los
animadores jugar con un nuevo rango visual que enriquecía la experiencia
cinematográfica.
Este cortometraje no solo marcó un avance técnico en la
animación, sino que también reflejaba la popularidad de los cortos musicales de
la época. Durante la década de 1930, muchos estudios de animación, incluyendo
el de Walt Disney, comenzaron a explorar nuevas formas de combinar música y
animación. La pieza musical Music Hath Charms, que acompaña este
cortometraje, es un claro ejemplo de cómo la música podía influir en la
narrativa visual, haciendo que tanto la música como la animación trabajaran en
armonía para crear una experiencia más rica para el espectador.
A través de figuras como Walter Lantz, el mundo de la
animación experimentó una revolución en los métodos de producción y en la
creación de personajes inolvidables. Woody Woodpecker, nacido de la mente de
Lantz, sería uno de los frutos más reconocidos de esta evolución, aportando su
característico humor y dinamismo al cine de animación. La colaboración de Lantz
y Nolan en este primer uso del Technicolor en un cortometraje animado demostró
el potencial de la animación como una forma de arte innovadora.
Por Marcelo Bettoni
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