Frederic Ramsey Jr.: Explorador de las Raíces del Jazz

 


La historia del jazz, como género musical y fenómeno cultural, está intrínsecamente vinculada a las tradiciones afroamericanas del sur de Estados Unidos. Entre los nombres que dedicaron su vida a investigar y preservar este legado destaca Frederic Ramsey Jr. (1915-1995). Este musicólogo, autor y productor desempeñó un papel crucial al documentar las raíces culturales y musicales que dieron forma al jazz. Su trabajo no solo inmortalizó sonidos y voces que de otro modo habrían desaparecido, sino que también contribuyó a una comprensión más profunda de cómo el jazz evolucionó desde sus comienzos hasta convertirse en una fuerza cultural global.

Hijo del pintor Charles Frederic Ramsey, Frederic Ramsey Jr. creció en un entorno artístico que alimentó su sensibilidad hacia las expresiones culturales. Sin embargo, fue su pasión por la música afroamericana lo que marcó su carrera. Ramsey no se conformó con estudiar el jazz desde los centros urbanos donde florecía en los años 40 y 50; quiso rastrear sus raíces hasta los paisajes rurales del sur de Estados Unidos.

En 1953, tras recibir la prestigiosa Beca Guggenheim, Ramsey emprendió un ambicioso proyecto: documentar el entorno musical afroamericano del sur, con un enfoque particular en las personas mayores de 60 años. Este grupo etario representaba un vínculo directo con las tradiciones anteriores al auge del jazz, incluyendo los cantos de trabajo, el blues rural, los himnos religiosos y las narrativas orales.

Entre 1951 y 1967, Ramsey recorrió regiones como Luisiana, Mississippi, Alabama y Georgia, grabadora en mano, buscando capturar no solo música, sino también historias de vida y contextos culturales. Visitó iglesias, plantaciones y comunidades remotas, registrando himnos espirituales, canciones de trabajo y blues que contenían las semillas del jazz moderno.

Entre las figuras destacadas que Ramsey grabó están narradores y músicos desconocidos fuera de sus comunidades, cuyas interpretaciones reflejaban una autenticidad y pureza que muchas veces se perdía en los circuitos comerciales de la música. Su trabajo también incluyó colaboraciones con artistas icónicos como Lead Belly, cuyas canciones ejemplifican la confluencia de tradiciones populares afroamericanas que influyeron en el desarrollo del jazz.

Ramsey trabajó extensamente con el sello Folkways Records, una de las plataformas más importantes para la preservación de la música folk, blues y jazz. Durante las décadas de 1950 y 1960, produjo álbumes que documentaron sus grabaciones de campo. Estos registros no solo capturaban la música, sino también el ambiente sonoro de las comunidades: el ruido de los mercados, las conversaciones informales y los sonidos de la vida cotidiana.

Uno de los aportes más importantes de Ramsey fue mostrar que el jazz no surgía de manera aislada, sino como parte de una rica tradición cultural que incluía elementos del blues, canciones religiosas, y las canciones de trabajo. Su trabajo ayudó a redefinir la comprensión del jazz como una manifestación de experiencias históricas y sociales compartidas.

En 1990, las grabaciones de campo de Ramsey fueron adquiridas por el Ralph Rinzler Folklife Archives and Collections (RRFAC), asegurando la preservación de este invaluable archivo sonoro. Estas grabaciones ofrecen una ventana única a la diversidad cultural del sur de Estados Unidos durante mediados del siglo XX.

Por otro lado, los documentos personales de Ramsey, que incluyen notas de campo, correspondencia y manuscritos, forman parte de las colecciones del Instituto de Jazz de la Universidad de Rutgers. Este archivo se ha convertido en un recurso esencial para musicólogos, historiadores y estudiantes del jazz interesado en profundizar en las raíces del género.

El trabajo de Frederic Ramsey Jr. no solo amplió el conocimiento sobre las raíces del jazz, sino que también ayudó a conservar aspectos fundamentales de la historia cultural afroamericana. Su enfoque etnográfico, centrado en las experiencias de las comunidades marginadas, subrayó la importancia de valorar las tradiciones orales y las voces no documentadas por la historia oficial.

Hoy en día, sus grabaciones y escritos continúan inspirando a nuevas generaciones de investigadores y músicos, recordándonos que el jazz es mucho más que un género musical: es un testimonio vivo de la resiliencia, creatividad y riqueza cultural de las comunidades afroamericanas.

Por Marcelo Bettoni

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