Israel Gorman: La esencia del clarinete en Nueva Orleans
En la rica historia del jazz de Nueva Orleans, hay
nombres que brillan intensamente, aunque su fama no haya trascendido las
fronteras de su tiempo y lugar. Uno de esos nombres es Israel Gorman, un
clarinetista cuya vida y música encarnaron el espíritu de la ciudad que vio
nacer al jazz. Aunque su nombre no es tan conocido como el de sus
contemporáneos, su contribución al género fue esencial.
Israel Gorman nació el 4 de marzo de 1895 en Oakville,
Luisiana, un pequeño poblado cercano a Nueva Orleans. Su interés por la música
comenzó temprano, y a los 15 años inició su camino musical con la trompeta. Sin
embargo, pronto descubrió su verdadera pasión en el clarinete. Estudió con algunos
de los maestros más influyentes de la época, incluidos Alphonse Picou y Lorenzo
Tio Jr., quienes le transmitieron las técnicas y tradiciones que
definían el sonido de Nueva Orleans. Tio Jr., en particular, inculcó en Gorman
una búsqueda constante por un sonido perfecto, una obsesión que el clarinetista
La trayectoria musical de Gorman abarcó más de cinco
décadas, durante las cuales se desempeñó en una amplia variedad de contextos.
Tocó en bandas de baile, funerales, bandas militares y escenarios del vibrante
distrito rojo de Nueva Orleans, como el famoso Tom Andersen's, donde las sesiones musicales duraban hasta el
amanecer. Fue miembro de la legendaria Young
Tuxedo Brass Band y también llevó su música a bordo del barco de vapor
"Camellia", que surcaba el lago Pontchartrain.
Aunque sus viajes lo llevaron a Chicago y Nueva York,
siempre regresó a Nueva Orleans. Allí, colaboró con figuras icónicas como Buddy Petit, Joe "Wooden Joe" Nicholas, Kid Rena y Papa Celestin.
Durante la Gran Depresión, formó parte de la banda de la Works Progress Administration (WPA),
donde compartió el puesto de clarinetista solista con Willie Humphrey Jr.. Además, su servicio en las bandas militares
durante las dos guerras mundiales reflejó su compromiso de llevar la música a
nuevos entornos y audiencias.
Gorman se destacó por su enfoque melódico. "Siempre
tocaba lo suficiente de la melodía para que el oyente pudiera
identificarla", recordaba. Este estilo era un homenaje a su admiración por
Louis Armstrong, quien también
combinaba la melódica con la improvisación. Aunque Gorman exploraba nuevas
ideas durante sus solos, siempre regresaba a la esencia del tema, asegurándose
de mantener una conexión emocional con su público. También aprendió a tocar el
saxofón mientras trabajaba en Pensacola, Florida, demostrando su adaptabilidad
como músico.
A pesar de su talento y contribuciones, Israel Gorman
nunca buscó la fama ni el reconocimiento internacional. Su impronta reside en
su compromiso con las tradiciones musicales de Nueva Orleans y su influencia en
las generaciones de músicos que lo sucedieron. Fue un guardián del sonido
clásico de su ciudad y una fuente de inspiración para aquellos que compartían
su pasión por el jazz.
Israel Gorman falleció el 18 de noviembre de 1966 . Su vida es un testimonio de la riqueza cultural de Nueva Orleans y de los innumerables músicos que, aunque no siempre reciben los reflectores, dan forma al corazón del jazz. Hoy, al recordar su historia, celebramos no solo a un gran clarinetista, sino también a un verdadero embajador del espíritu musical de su ciudad natal.
Por Marcelo Bettoni
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