Los Orígenes y la Evolución Temprana del Jazz: Una Mirada Profunda

 



Los orígenes y la evolución temprana del jazz son temas de intenso debate entre académicos y entusiastas. Las evidencias documentadas de los primeros años del siglo XX son escasas, y gran parte de lo que sabemos proviene de anécdotas narradas años después, muchas veces influenciadas por las perspectivas de quienes las contaban. Sin embargo, es evidente que las particulares circunstancias culturales y sociales de Nueva Orleans en la segunda mitad del siglo XIX propiciaron el surgimiento de un estilo musical revolucionario dentro de la comunidad negra.


Nueva Orleans, una ciudad portuaria en pleno auge, se definió por su ubicación estratégica a lo largo del río Misisipi, una ruta comercial clave antes del auge de los ferrocarriles. Esta posición trajo riqueza, empleo y una constante afluencia de poblaciones diversas, incluyendo descendientes de personas esclavizadas, colonos europeos (principalmente franceses y españoles) y una significativa comunidad criolla. Inicialmente, “criollo” se refería a los inmigrantes de segunda generación, pero con el tiempo el término pasó a describir a personas de ascendencia racial mixta.

La música impregnaba todos los niveles de esta sociedad vibrante. Las canciones de trabajo y el blues, ricos en ritmos africanos y elementos melódicos, se fusionaban con himnos de raíces armónicas europeas. Las bandas de viento y metales, herederas de las agrupaciones militares de la Guerra Civil, animaban los salones de baile y lugares recreativos al aire libre, como el lago Pontchartrain. Al mismo tiempo, conjuntos de cuerdas —que incluían mandolinas, guitarras, violines y contrabajos— amenizaban reuniones privadas, mientras los pianistas de ragtime llenaban los bares y burdeles de Storyville, el famoso barrio rojo de Nueva Orleans. En el extremo más formal, los teatros ofrecían conciertos y óperas.

Louis Armstrong, una figura fundamental en la historia del jazz, nació en circunstancias desafiantes. Durante años afirmó haber nacido el 4 de julio de 1900 (Día de la Independencia), aunque su partida bautismal reveló que su verdadero nacimiento ocurrió el 4 de agosto de 1901. Criado en la pobreza, su padre abandonó a la familia y Armstrong creció bajo el cuidado de su abuela y, más tarde, de su madre, quien pudo haber estado vinculada a la prostitución.

A los siete años comenzó a trabajar, entregando carbón en Storyville. Su vida cambió drásticamente a los doce años, cuando fue arrestado por disparar al aire con un revólver de fogueo durante la Nochevieja. Fue enviado por 18 meses al Colored Waif’s Home for Boys, donde recibió su primera formación musical formal tocando la corneta. De manera notable, el repertorio que interpretaba incluía obras de Bach, Haydn, Liszt, Rachmaninoff y Mahler, lo que demostraba la amplitud de sus influencias tempranas.

Tras su liberación, Armstrong realizó diversos trabajos mientras perfeccionaba sus habilidades como músico, tocando con bandas locales y en los barcos de vapor del Misisipi bajo la dirección de Fate Marable. También formó parte de la banda de Joe “King” Oliver, quien se convirtió en su mentor. Cuando Oliver se mudó a Chicago, Armstrong se unió a la banda de Kid Ory antes de reencontrarse con Oliver en su Creole Jazz Band en Chicago, un movimiento decisivo que impulsó su carrera a nuevas alturas.

El desarrollo inicial del jazz tuvo lugar en un ambiente cargado tanto social como moralmente. Originado en la comunidad negra del sur, el jazz pronto cautivó a audiencias de todo Estados Unidos, trascendiendo las barreras raciales. Músicos blancos comenzaron a formar sus propias bandas de jazz, llevando el estilo al entretenimiento popular. Sin embargo, los críticos conservadores miraban al jazz con desconfianza, condenando su sincopación y “notas parciales inarmónicas” como influencias moralmente corruptoras.

Anne Shaw Faulkner, presidenta del Departamento de Música de la Federación General de Clubes de Mujeres, ejemplificó esta oposición en un artículo de 1921 que advertía sobre la capacidad del jazz para erosionar el juicio moral. A pesar de esta resistencia, el jazz prosperó, impulsado por la Gran Migración, que llevó a 1.5 millones de afroamericanos al norte entre 1915 y 1930, llevando su música consigo. Los avances en tecnología de grabación también desempeñaron un papel fundamental, con discos de 78 rpm que facilitaban la difusión del jazz.

De manera irónica, las primeras grabaciones de jazz no fueron realizadas por músicos negros, sino por la Original Dixieland Jazz Band, un grupo completamente blanco, en 1917. Su repertorio incluía rags y danzas animadas, distintas de la tradición melancólica del blues vocal. Sin embargo, la fusión de estos estilos, ejemplificada en West End Blues de Armstrong, se convirtió en una característica definitoria del jazz.

El jazz emergió como una expresión musical que desafió normas sociales, culturales y artísticas. A pesar de las críticas y los obstáculos, su crecimiento en los años veinte marcó el inicio de un fenómeno cultural que transformó para siempre la música y la sociedad. Desde las humildes calles de Nueva Orleans hasta los grandes escenarios internacionales, el jazz se convirtió en un lenguaje universal, lleno de improvisación y pasión, que aún hoy sigue evolucionando y cautivando a nuevas generaciones.

Por Marcelo Bettoni

Fuentes

Gioia, Ted. The History of Jazz. Oxford University Press, 1997.

Hobsbawm, Eric. The Jazz Scene. Pantheon Books, 1959.

Shipton, Alyn. A New History of Jazz. Bloomsbury, 2001.

Shaw, Arnold. The Jazz Age: Popular Music in the 1920s. Oxford University Press, 1987.

"Does Jazz Put the Sin in Syncopation?" Anne Shaw Faulkner, Ladies' Home Journal, agosto de 1921.

Louis Armstrong: A Cultural Legacy. National Portrait Gallery, Smithsonian Institution, 1994.

Burns, Ken. Jazz: A History of America’s Music. Alfred A. Knopf, 2000.

 

 

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