Billy Golden y la música del ragtime temprano: una mirada a la era acústica.

 



Billy Golden y la música del ragtime temprano: una mirada a la era acústica

Por décadas, la historia de la música popular estadounidense ha estado marcada por figuras cuya relevancia, si bien innegable en su tiempo, ha quedado en la periferia del discurso contemporáneo. Uno de estos personajes es Billy Golden, un artista de la era acústica que, aunque hoy puede resultar polémico o difícil de escuchar para muchos, representa una pieza clave para comprender el desarrollo del ragtime y la industria fonográfica naciente. Su carrera, que se extendió por más de cinco décadas, ofrece una valiosa perspectiva sobre el sonido y la estética de la música popular anterior al jazz.

Billy Golden nació como William Shires en Cincinnati alrededor de 1858, en un momento en que esta ciudad era un centro de actividad cultural en el medio oeste estadounidense. Algunos historiadores del ragtime han sugerido que Cincinnati, más allá de St. Louis y Nueva Orleans, pudo haber sido un punto de origen clave para el género, dado su ambiente de mestizaje cultural entre tradiciones europeas y afroamericanas. En este entorno, Golden creció en contacto con las expresiones musicales que luego darían forma a su estilo interpretativo.

Durante su juventud, trabajó como asistente de un "gauger", una ocupación vinculada a la industria del alcohol, pero la influencia de una posible pariente suya, la actriz Imogene Shires, pudo haberlo encaminado hacia el mundo del espectáculo. Para 1874, según el libro Monarchs of Minstrelsy (1911), ya estaba actuando en la región del valle del Ohio como bailarín y comediante, absorbiendo los ritmos y estilos de la época, muchos de los cuales estaban fuertemente arraigados en la tradición afroamericana.

En la década de 1890, con la llegada de la industria fonográfica, Golden se convirtió en uno de los primeros artistas en registrar su voz en cilindros de cera y, posteriormente, en discos de 78 rpm. Su especialidad eran las canciones cómicas y dialectales, muchas de las cuales imitaban los patrones rítmicos y melódicos del ragtime primitivo. Es aquí donde su legado musical se vuelve interesante: aunque su estilo era predominantemente teatral, sus grabaciones ofrecen una ventana a cómo el ragtime temprano y la música syncopada eran interpretados antes de su formalización como género.

Golden grabó para sellos como Columbia y Victor, colaborando con otros artistas de su tiempo y ayudando a consolidar el estándar del coon song, un estilo de canción satírica que, aunque hoy en día es altamente problemático por su contenido racial, fue parte de la evolución del ragtime y la música popular estadounidense. Más allá de la carga cultural de estas interpretaciones, las grabaciones de Golden permiten estudiar los ritmos, inflexiones y estilos de canto que influenciaron a los primeros músicos de jazz y blues.

El ragtime, cuyo auge comenzó en la década de 1890 con compositores como Scott Joplin, ya existía en formas rudimentarias antes de su codificación en partituras. Las interpretaciones de Golden muestran el uso de acentuaciones rítmicas similares a las del ragtime primitivo, particularmente en la manera en que enfatizaba las sílabas y estructuraba sus recitados rítmicos. Si bien no era un músico en el sentido clásico, su forma de entregar frases sincopadas recuerda a la futura evolución del scat en el jazz.

El jazz temprano, especialmente el de Nueva Orleans, absorbió muchos elementos del ragtime y de la tradición del minstrelsy, dentro de la cual Golden fue un actor prominente. Artistas como Jelly Roll Morton reconocieron la influencia del coon song y otros estilos teatrales en el desarrollo del jazz, especialmente en el fraseo vocal y los patrones rítmicos empleados por los primeros cantantes e instrumentistas del género.

Hoy en día, la obra de Billy Golden es poco escuchada fuera de círculos especializados en la historia de la fonografía y el ragtime. Su estilo interpretativo, basado en estereotipos de la época, resulta anacrónico y problemático desde una perspectiva contemporánea. Sin embargo, sus grabaciones son un testimonio invaluable de una etapa crucial en la evolución de la música estadounidense y ayudan a contextualizar la transición entre el ragtime, el vodevil y el jazz temprano.

Si bien su legado debe analizarse con una mirada crítica, no se puede negar que su trabajo ofrece una puerta de entrada al sonido del siglo XIX, antes de que la síncopa del ragtime y la improvisación del jazz transformaran para siempre la música popular. Estudiar a figuras como Billy Golden nos permite comprender mejor los orígenes de los géneros que definirían el siglo XX, y apreciar la riqueza y complejidad de las tradiciones musicales que dieron forma al jazz tal como lo conocemos hoy. Por Marcelo Bettoni

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El artículo se basa en diversas fuentes históricas y musicológicas sobre la era del ragtime temprano y la fonografía. Algunas referencias clave que pueden ser útiles para profundizar en el tema incluyen:

  • Monarchs of Minstrelsy (1911), de Edward Le Roy Rice,
  • Lost Sounds: Blacks and the Birth of the Recording Industry, 1890-1919 (2005), de Tim Brooks,
  • Ragtime: A Musical and Cultural History (1978), de Edward A. Berlin, 

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