El Hot Club de France: Bastión del Jazz en la Europa del Siglo XX.Parte 2

El Hot Club de France: Bastión del Jazz en la Europa del Siglo XX.Parte 2
Cuando se habla del Hot Club de France, muchos lo asocian inmediatamente con la legendaria agrupación liderada por Django Reinhardt y Stéphane Grappelli. Sin embargo, su historia es mucho más profunda y su impacto en la difusión del jazz en Europa, mucho más significativo. Fundado en 1932, en un contexto donde el jazz aún luchaba por establecerse en el Viejo Continente, el Hot Club de France se convirtió en un centro neurálgico para la apreciación, promoción y documentación del género.
El Hot Club de France surgió en París como una iniciativa estudiantil para organizar bailes con música jazz. Sin embargo, su evolución fue vertiginosa gracias a la incorporación de Hugues Panassié, un apasionado del jazz que escribía para la revista Jazz-Tango. Panassié no solo le dio el nombre definitivo al club, sino que transformó el proyecto en una institución formal que promovía activamente el jazz a través de conciertos, audiciones y publicaciones.

En la década de 1930, la escena del jazz en Francia estaba en plena gestación. Aunque músicos estadounidenses como Sidney Bechet ya comenzaban a dejar su huella en Europa, el jazz aún era visto como una música exótica. En este contexto, el Hot Club de France jugó un papel crucial al establecer redes de aficionados y proporcionar una plataforma para la difusión del jazz en Francia y más allá.

Uno de los hitos más importantes del Hot Club de France fue la creación de la revista Jazz Hot en 1935, dirigida por Charles Delaunay. Esta publicación se convirtió en una de las fuentes más influyentes de información sobre jazz en Europa, con artículos sobre músicos, análisis de grabaciones y crónicas de conciertos. La revista también tuvo un impacto global, contribuyendo a la expansión del jazz al mundo francófono y, posteriormente, al público angloparlante.

En 1934, cuando Panassié y Delaunay buscaban ampliar el alcance de Jazz Hot al mundo anglosajón, apareció Walter Schaap, un estadounidense graduado de Columbia College y estudiante de la Sorbona. Schaap no solo facilitó la internacionalización de la revista, sino que también aportó su vasta colección de discos, fundamentales para las sesiones de escucha organizadas por el club.

El siguiente paso lógico para el Hot Club de France fue la creación de su propio sello discográfico. En 1937, nació Swing Records, la primera compañía francesa dedicada exclusivamente al jazz. Este sello permitió grabar a una nueva generación de músicos europeos, incluyendo a Django Reinhardt y Stéphane Grappelli, quienes convirtieron la formación Quintette du Hot Club de France en una de las más icónicas de la historia del jazz.

Django Reinhardt, guitarrista  y Grappelli, violinista de gran virtuosismo, desarrollaron un estilo propio que fusionaba el jazz estadounidense con la tradición musical europea. Su sonido, caracterizado por la ausencia de batería y el uso de guitarras rítmicas en lugar de un contrabajo convencional, dio lugar a lo que hoy conocemos como "jazz manouche" o "gypsy jazz".

Con la ocupación nazi de Francia en 1940, el Hot Club de France enfrentó tiempos difíciles. El jazz, catalogado como "música degenerada" por el régimen, fue objeto de censura y represión. A pesar de ello, la organización logró mantenerse activa en la clandestinidad. Panassié y Delaunay continuaron promoviendo el jazz a través de canales alternativos y grabaciones secretas.

Al finalizar la guerra, el Hot Club de France resurgió con fuerza y se consolidó como una autoridad en el ámbito del jazz en Europa. Sin embargo, las diferencias ideológicas entre Panassié y Delaunay provocaron una escisión en la dirección del club. Mientras Panassié se mantenía fiel al jazz tradicional y rechazaba el bebop y las nuevas corrientes, Delaunay era más receptivo a la evolución del género.

A pesar de los conflictos internos, el Hot Club de France siguió activo durante las décadas siguientes, aunque con un papel menos central en la escena del jazz. La llegada de nuevas generaciones de críticos y músicos diversificó el panorama, y el club perdió parte de su influencia original. Sin embargo, su legado permanece intacto: la promoción del jazz en Europa, la consolidación del jazz manouche como un subgénero propio y la documentación rigurosa del desarrollo del género a través de Jazz Hot y otras publicaciones.

Hoy en día, el Hot Club de France sigue funcionando, aunque con una actividad más limitada. Sin embargo, su influencia se puede rastrear en festivales de jazz europeos, en la vigencia del jazz manouche y en la labor de historiadores que han seguido los pasos de Panassié y Delaunay.

El Hot Club de France fue mucho más que un simple club de jazz o una banda legendaria. Fue una verdadera institución que ayudó a consolidar el jazz en Europa en un momento en que el género aún era visto con recelo. Desde la difusión de grabaciones hasta la organización de conciertos, pasando por la documentación crítica en Jazz Hot, su impacto es incuestionable.
Por Marcelo Bettoni . Podés profundizar sobre el tema en en el capitulo El jazz viaja a Europa de mi libro Las Rutas del Jazz .

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