La Resurrección del Espíritu: el Revival de Nueva Orleans en los años 40

 


 


En la vasta historia del jazz, pocos fenómenos han despertado tanta pasión, controversia y romanticismo como el llamado New Orleans Revival. Surgido en la década de 1940, en un contexto donde el swing reinaba en los salones de baile y el bebop comenzaba a gestarse en los clubes del Harlem moderno, este movimiento significó algo más que un regreso al pasado: fue un acto de resistencia cultural, una declaración de amor por la raíz afroamericana del jazz, y, al mismo tiempo, una relectura de ese legado desde nuevas sensibilidades.

El término revival implica, casi inevitablemente, la idea de una resurrección. Pero, ¿resurrección de qué? ¿De una música que había muerto? ¿De una tradición olvidada? ¿O, más bien, de una visión del jazz que aún palpitaba en la memoria colectiva, esperando volver a sonar?

Algunos músicos e historiadores sostienen que este estilo no fue simplemente una relectura del clásico estilo de Nueva Orleans —el de las primeras décadas del siglo XX— sino una expresión paralela, con raíces comunitarias propias, especialmente en los barrios uptown, donde las bandas afroamericanas seguían tocando en procesiones funerarias, desfiles, iglesias y clubes barriales, manteniendo viva la llama (Gioia, 2011).

La visibilidad masiva llegó a partir de la década de 1940 gracias al trabajo de coleccionistas, críticos y sellos independientes como American Music Records, fundado por William Russell. Russell grabó a músicos como Bunk Johnson y George Lewis, quienes hasta entonces eran figuras locales pero profundamente representativas del sonido original de Nueva Orleans (Suisman, 2009).

A diferencia del jazz swing, sofisticado y arreglado para grandes orquestas, el estilo revival recupera una estética más cruda, emocional y directa. No se trata de una interpretación pulida ni técnicamente perfecta, sino de una música que privilegia la expresividad sobre la ejecución. Como diría un viejo músico de Nueva Orleans: “Si no te hace mover el alma, no es jazz” (Berendt, 1992).

La trompeta (o el cornetín) asume el rol melódico principal, con un fraseo libre y espontáneo. El clarinete aporta un contrapunto fluido, lleno de arpegios, muchas veces ejecutado con clarinetes del sistema Albert, más comunes en Nueva Orleans que en otras escenas jazzísticas (Schuller, 1968). El trombón, con sus glissandos característicos, completa la textura sonora con expresividad casi vocal.

La sección rítmica ancla el sonido: banjo, contrabajo tocado con slap, y batería centrada en la caja con press rolls insistentes. Todo ello produce una base rítmica constante, marcada en cuatro tiempos, pero siempre viva, con espacio para la interacción y la sorpresa.

El repertorio del estilo revival se alimenta de espirituales afroamericanos, blues rurales, marchas, ragtimes y canciones populares que se remontan a principios del siglo XX. Hay lugar para la improvisación colectiva y para formas multitemáticas, como las popularizadas por Jelly Roll Morton (Morton y Lomax, 1938). Pero lo más significativo es el espíritu de comunidad: los solos individuales no están aislados del grupo, sino que surgen como momentos dentro del flujo colectivo.

El revival de los años 40 no fue simplemente un fenómeno retro. Fue una toma de posición. En plena era de estandarización cultural, este movimiento revalorizó lo comunitario, lo visceral y lo afroamericano. En palabras de William Russell: “No estamos volviendo al pasado. Estamos permitiendo que el pasado se exprese en el presente” (citado en Gioia, 2011).

Hoy, escuchar grabaciones como "Bunk Johnson: 1944" (American Music AMCD-01) o "George Lewis and His New Orleans Stompers" (AMCD-10) es sumergirse en un universo sonoro lleno de humanidad, espontaneidad y emoción. El jazz, como el espíritu de Nueva Orleans, nunca muere: simplemente espera ser escuchado de nuevo.

Por Marcelo Bettoni

Bibliografía y fuentes consultadas

  • Ted Gioia (2011). The History of Jazz. Oxford University Press.
  • Gunther Schuller (1968). Early Jazz: Its Roots and Musical Development. Oxford University Press.
  • Joachim-Ernst Berendt (1992). El mundo del jazz. Alianza Editorial.
  • David Suisman (2009). Selling Sounds: The Commercial Revolution in American Music. Harvard University Press.
  • Jelly Roll Morton & Alan Lomax (1938). Library of Congress Recordings.
  • William Russell – Notas de álbum y entrevistas recopiladas por American Music Records.
  • New Grove Dictionary of Jazz – Entrada “Revivalism” por Barry Kernfeld.

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