Jimmy Rowles: El pianista que susurraba al jazz

 



Jimmy Rowles, nacido el 19 de agosto de 1918 en Spokane, Washington, fue uno de los pianistas más delicados y sofisticados en la historia del jazz. Su estilo se caracterizó por una mezcla excepcional de refinamiento armónico, sensibilidad melódica y una profunda musicalidad, que le permitió construir atmósferas íntimas y envolventes, casi como si “susurrara” al jazz.

Desde sus inicios, Rowles mostró una versatilidad notable, lo que le permitió desenvolverse con maestría tanto en el swing tradicional como en las corrientes emergentes del cool jazz. A lo largo de su extensa carrera, colaboró con figuras legendarias como Lester Young, cuyo lirismo en el saxofón encontró un acompañante ideal en la sutileza pianística de Rowles, y Ella Fitzgerald, con quien compartió una conexión artística basada en la sensibilidad y el acompañamiento sutil.

Una faceta fundamental de su legado fue su rol como acompañante privilegiado para cantantes femeninas. Carmen McRae, una de las voces más influyentes del jazz vocal, lo describió como “el músico con el que cada cantante en su sano juicio le gustaría trabajar”, destacando su capacidad para escuchar y complementar sin sobrepasar al vocalista, una habilidad que no solo exigía virtuosismo técnico sino también una empatía artística profunda.

Entre sus composiciones más emblemáticas se encuentra "The Peacocks", una balada melancólica y casi etérea que ha trascendido generaciones. Esta pieza fue interpretada por grandes músicos como Stan Getz, cuyo saxofón le dio un aire aún más vaporoso, Bill Evans, reconocido por su delicadeza pianística, y en tiempos recientes, por Esperanza Spalding, demostrando la vigencia y el atractivo eterno de la obra de Rowles.

Su influencia también alcanzó a músicos contemporáneos como Diana Krall, a quien Rowles apoyó y guió en los primeros pasos de su carrera, ayudándola a moldear su estilo único, que combina tradición y modernidad con una sensibilidad similar a la suya.

Además de su trabajo en escenarios y grabaciones, Jimmy Rowles incursionó en el mundo de la música para cine y televisión. Entre sus aportes más curiosos está su participación en la banda sonora de la serie animada The Ant and the Aardvark, donde su talento para crear ambientes sonoros singulares fue clave para darle vida musical a producciones visuales.

Rowles falleció el 28 de mayo de 1996 en Burbank, California, dejando tras de sí interpretaciones llenas de matices, sutilezas y una expresividad inconfundible. Su música sigue siendo fuente de inspiración para pianistas y amantes del jazz en todo el mundo, una muestra palpable de que la grandeza artística no siempre se encuentra en lo estruendoso, sino también en lo susurrado con alma y maestría.

Por Marcelo Bettoni

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