El Carnaval de Nueva Orleans: Innovación y Tradición en el Mardi Gras

 

El Carnaval de Nueva Orleans: Innovación y Tradición en el Mardi Gras

A pesar de sus numerosas tradiciones, el Carnaval de Nueva Orleans siempre ha sido un espacio para la innovación. La celebración contemporánea del Mardi Gras debe su estructura en gran medida al Mistick Krewe of Comus, fundado en 1857 por empresarios angloamericanos. Esta organización agregó un grado de formalidad a las festividades previas a la Cuaresma, que hasta entonces se habían celebrado con bailes enmascarados, conocidos como bals masqués, y procesiones callejeras organizadas por la comunidad criolla de la ciudad.

Desde la década de 1890, el Carnaval de Nueva Orleans ha estado estrechamente ligado a la presentación de debutantes, un evento social que marcaba la transición de las jóvenes a la adultez dentro de la alta sociedad. No obstante, este periodo también estuvo caracterizado por la consolidación de las leyes de segregación racial conocidas como Jim Crow, lo que redefinió los espacios de celebración para la población afroamericana.

En este contexto llegó Wiley James Knight, un joven afroamericano de 22 años oriundo de Bolivar, Tennessee, quien había trabajado en la Exposición Universal de Chicago de 1893 antes de trasladarse a Nueva Orleans. Knight comenzó a ofrecer clases de baile en 1894 en St. Elizabeth's Hall y, al año siguiente, sus estudiantes organizaron su propio baile de Carnaval en el Globe Hall, un espacio clave para la comunidad negra de la ciudad.

Este evento marcó el nacimiento del Original Illinois Club, la sociedad de carnaval afroamericana más antigua de Nueva Orleans. En sus primeros años, este club aceptaba tanto a hombres como a mujeres, pero alrededor de 1900 pasó a ser exclusivamente masculino, siguiendo el modelo de muchas otras organizaciones carnavalescas.

El Original Illinois Club no solo fue una plataforma para la inclusión social, sino también una declaración de que la comunidad afroamericana poseía el mismo refinamiento y gracia social que la elite blanca de Nueva Orleans. Durante el siglo XX, más de 100 clubes afroamericanos celebraban bailes de Carnaval, aunque solo unos pocos incorporaban debutantes. Entre estos destacaban el Young Men's Illinois Club (fundado en 1926), los Capetowners (1935) y los Beau Brummels (1940). Además, organizaciones de desfiles como NOMTOC (1951) y el Zulu Social Aid and Pleasure Club (1909) también integraron esta tradición.

Para las jóvenes que participan en estos bailes, la presentación como debutantes simboliza su entrada en la sociedad y su respaldo por parte de la comunidad. A lo largo de un año de preparación, reciben instrucción en etiqueta y participan en tés y recepciones organizadas en prestigiosos salones de la ciudad. Un aspecto distintivo de los bailes del Original Illinois Club y el Young Men's Illinois Club es la interpretación del Chicago Glide, una pieza musical de 1894 inspirada en la Exposición Colombina Mundial de Chicago.

Otro componente esencial de estos eventos es la confección de trajes de gala por parte de expertas modistas, cuyo trabajo artesanal se transmite de generación en generación. Figuras como Marceline Taylor, Durelli Watts y Marigold Hardesty han dejado una huella imborrable en el mundo del Carnaval gracias a sus diseños deslumbrantes.

En décadas recientes, algunos sectores han cuestionado el valor de esta tradición y la inversión de recursos que implica. Sin embargo, para muchas familias, el Carnaval sigue representando un rito de paso intergeneracional que refuerza los lazos comunitarios y la identidad cultural. Como señaló Luther Young, expresidente del Young Men's Illinois Club: "Tal vez sea una racionalización, pero presentar a las jóvenes en sociedad en su mejor momento les da un propósito y un sentido de pertenencia".

Lejos de ser un simple evento social, la tradición de las debutantes en el Carnaval de Nueva Orleans ha servido como una plataforma para el empoderamiento de generaciones de mujeres afroamericanas, brindándoles herramientas para integrarse en los ámbitos profesional, filantrópico y cívico. En un contexto de constante evolución, esta práctica se mantiene como un testimonio vivo de la historia y la resiliencia de la comunidad negra de Nueva Orleans. Por Marcelo Bettoni

Fuentes

Hernández, A. (2014). El Carnaval de Nueva Orleans: Historia y Tradición. Editorial Universitaria.

Johnson, C. (2007). Mardi Gras y la segregación en Nueva Orleans. Nueva Orleans: Publicaciones Históricas.

Taylor, M. (2003). El Carnaval de los Clubes Afroamericanos en Nueva Orleans. Journal of Southern History, 69(4), 647-670.

Jones, R. (2005). La tradición de las debutantes y el empoderamiento afroamericano en Nueva Orleans. Louisiana Historical Review, 40(1), 29-52.

Young, L. (2010). Reflexiones sobre la tradición del Carnaval y su futuro. Nueva Orleans: Asociación Cultural del Mardi Gras.

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