When the Saints Go Marching In: De Himno Espiritual a Estándar del Jazz

 




Entre los himnos inmortales del jazz de Nueva Orleans, When the Saints Go Marching In ocupa un lugar especial. Su historia se remonta a los himnos espirituales afroamericanos del siglo XIX, donde funcionaba como una expresión de esperanza y fe en la vida después de la muerte. Con el tiempo, esta melodía trascendió su función original para convertirse en un estándar del jazz tradicional y un símbolo de la alegría y el espíritu resiliente de Nueva Orleans.

Originalmente, When the Saints Go Marching In era un cántico religioso que reflejaba la creencia cristiana en la salvación y el anhelo de unirse a los santos en la eternidad. Su letra evoca la imagen de una procesión celestial, y su estructura musical sencilla la hizo ideal para ser interpretada en diversos contextos religiosos.

En Nueva Orleans, esta canción encontró un nuevo significado en la tradición de los jazz funerals. En estas ceremonias, la música acompaña el paso del difunto desde la iglesia hasta el cementerio con una marcha lenta y solemne. Sin embargo, al regresar, la banda cambia a un ritmo alegre y festivo, simbolizando la celebración de la vida y el espíritu inquebrantable de la comunidad. Fue en este contexto donde When the Saints Go Marching In comenzó a transformarse en un himno de celebración y renovación.

Si bien la canción ya era parte del repertorio popular, fue Louis Armstrong quien la catapultó a la fama con su icónica grabación de 1938. Su versión, llena de energía y con su inconfundible estilo interpretativo, consolidó el tema como un clásico del jazz. La grabación de Armstrong, con su brillante ejecución en trompeta y su carismática voz, hizo que la canción trascendiera las fronteras del jazz y se convirtiera en parte del repertorio de innumerables artistas a lo largo de las décadas.

Desde entonces, When the Saints Go Marching In ha sido interpretada por grandes figuras del jazz como Duke Ellington, Sidney Bechet, Fats Domino y The Preservation Hall Jazz Band. Además de su papel en el jazz, ha sido adoptada en otros géneros musicales, desde el rock hasta el pop, y es comúnmente escuchada en eventos deportivos y desfiles.

Más que una simple canción, When the Saints Go Marching In representa el espíritu vibrante y la capacidad del jazz para transformar cualquier melodía en una expresión de alegría y libertad. Su legado sigue vivo, recordándonos cómo la música puede unir tradición y renovación en una sola melodía.

Por Marcelo Bettoni

 


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